Tomar decisiones a la ligera puede costarle la vida a tu negocio, sin importar el tamaño que tenga, ya sea que quieras poner una empresa o ser un profesionista independiente.

 

Según la Secretaría de Economía, en México sólo 3 de cada 10 empresas sobreviven a los tres primeros años de vida. Y sólo el 4% llega a los 10 años, y en estos datos no están incluyendo a las personas que incursionan como profesionistas independientes, sólo me imagino que las cifras podrían ser iguales o peores.

A continuación te comento algunos de los errores que puedes llegar a cometer si no te detienes el tiempo suficiente como para plantearte bien lo que vas hacer.

1. No tener un Plan de Negocio. La mayoría de los emprendedores independientes piensan que trabajar por su cuenta no requiere de la planeación que requiere una empresa, esto es mentira!!! Tu negocio sea grande, pequeño o tú solo, es un negocio, y como tal requiere de una adecuada planeación. No tienes que hacer un Plan de Negocio agotador de cien páginas que sólo tú vas a leer, pero si tienes que tener muy claras las respuestas a las siguientes preguntas: ¿qué quiero hacer?, ¿cómo lo puedo lograr?, ¿a quiénes pretendo llegar?, ¿cómo haré para que lo que ofrezco les resulte atractivo? Y ¿con qué recursos cuento?

2. Ser demasiado idealista. Por mucho que estés emocionado con tu proyecto no puedes dejar de ver la realidad, debes fijarte metas reales, de no ser así puedes llevarte una decepción y minar tu autoestima. Busca la opinión de otros, amigos, familiares o colegas, ellos te ayudaran a aterrizar tus metas. Debes estar abierto a la crítica y a cambiar algunas cosas. Se honest@ contigo mismo y piensa que confrontar tus ideas con otros te ayudará a hacer un mejor proyecto.

3. No conocer bien al mercado. En la mayoría de los caso el fracaso de una idea de negocio se debe a que subestimas al mercado, crees conocerlo, pero no le dedicas tiempo de investigación. Deja fuera tus paradigmas y lánzate a investigar a tus futuros clientes, ¿quiénes son’, ¿dónde están?, ¿qué consumen actualmente?, ¿qué no les gusta de ello?, ¿dónde lo adquieren?, ¿cada cuándo?, ¿qué los motiva?, ¿dónde se informan?, ¿qué edad tienen?, ¿dónde trabajan?, etc. Todo lo que puedas recabar de ellos será fundamental para trazar estrategias claras sobre cómo debe ser tu producto o servicio y cómo lo puedes promocionar. Es tiempo bien invertido y lo puedes hacer tú.

4. Tener una visión corta del negocio. Puedes concentrarte tanto en tus servicios o productos que dejes fuera la visión de negocio, es decir, lo que vas hacer es por negocio, no? Entonces debes cuidar que lo sea. Para ello debes asegurarte que tu servicio o producto cubra una necesidad específica en tu mercado. Por muy original que quieras ser, sino satisfaces una necesidad tu idea terminará muriendo. Encuentra la necesidad y asegúrate de que la cubres con lo que vas a ofrecer.

5. No saber pedir ayuda. Es poco probable que una persona esté especializada en muchas cosas o sepa de todo en un negocio, por ello te sugiero que no intentes abarcar todo tú solo, aprende a pedir ayuda a los expertos en las áreas en las que tú no lo eres. Sin importar qué vas a vender u ofrecer, vas a requerir darte de alta en Hacienda, promocionarte, administrarte, etc. No trates de hacer todo tú sólo busca ayuda a través de tu red de contactos para que te asesoren la mejor manera de hacer las cosas. No dejas de ser genial si no sabes algo. Preguntar al especialista te generará mejores resultados en tu negocio.

6. No trabajar en equipo. Un emprendedor en grupo tiene menos posibilidades de fallar que solo. Busca asociarte con otros profesionistas independientes, generar alianzas estratégicas que te motiven a no desistir en tiempos difíciles. No tienes que crear una sociedad propiamente dicha, se trata de compartir contactos, trabajos, oficinas, gastos, etc. Te ayudará a hacer crecer tu negocio más rápido y siempre es bueno tener alguien con quien platicar proyectos para obtener diferentes puntos de vista. Está demostrado que el trabajo en equipo genera muchísima más sinergia positiva que trabajar aisladamente.

7. Darte por vencido a la primera. Emprender significa en la mayoría de los casos, no tener experiencia previa, así que el camino puede estar lleno de obstáculos y se pueden tardar en llegar los resultados, no bajes la guardia todo negocio tarda en tener éxito, la clave es la paciencia, la perseverancia y la motivación. Ten claros tus objetivos, trabaja tus planes y no avientes la toalla al primer obstáculo. Piensa que todos los que hoy están en la cima recorrieron el mismo camino que tú y lo lograron. ¿Por qué tú no podrías?

8. No hacer un plan financiero. Por muy pequeño que sea tu negocio o servicio, necesitas tener claro que tienes que invertir. No tomar en cuenta los gastos que necesitas hacer para que tu negocio crezca puede conducirte al fin. Un emprendedor independiente requiere de poca inversión, pero hay que tenerla en cuenta, necesitas: una Imagen de Marca Personal, computadora, impresora, internet, teléfono o celular, oficina (aún si trabajas desde casa necesitas cierto equipo), quizá coche, viáticos, etc. Empieza con el pie derecho y no veas estos gastos como tales, son la inversión que tienes que darle a tu negocio.

9. No promocionarte. No invertir en “mercadotecnia” es otro grave error. Debes levantar la mano y decirle a tu mercado que existes. Puedes buscar diversas formas directas para posicionarte en el mercado y hacer que te conozcan. Busca dónde está tu mercado y reparte Flyers. Inscríbete en una cámara de comercio y haz networking con sus agremiados. Haz publicidad de tu página web o blog, a través de internet. La inversión depende de la rapidez con que quieras posicionarte o del mismo presupuesto con el que cuentes, pero no debes omitir este rubro en tu Plan Financiero. Algunas de las cosas que puedes necesitar antes de empezar a trabajar son: tarjetas de presentación, una página web o blog (no gratuito), una presentación adecuada impresa o digital, una imagen corporativa, papelería, etc. Todo esto, si no eres experto en diseño o marketing debes pagar por que te lo hagan BIEN. Piensa que esto es la inversión que tienes que darle a tu Marca Personal.

10. Confundir ingresos con utilidad. ¡Mucho cuidado con esto! Cuando inicias puedes pensar que todo el dinero que entre es para tus gastos personales, ya que eres un profesionista independiente y no propiamente un negocio, no? Pues NO!! No debes olvidar reservar el capital suficiente para pagar a proveedores, seguros e impuestos. Debes tener también una reserva de capital para inversión en tu negocio. Tal vez el día de mañana quieras o necesites invertir en un equipo de cómputo más rápido, o requieras una impresora nueva, o empaques diferentes, etc. No importa lo que sea debes prevenir estos gastos. Así que pide a un contador que te ayude a crear bien un presupuesto detallado de ingresos y gastos, calendariza el pago de deudas y otros compromisos, reserva el pago de impuestos y por supuesto algo para los imprevistos.

Como siempre espero que te sirvan estas ideas y que como yo pierdas el miedo a emprender tu propio negocio, el camino no es fácil, pero una vez que llegan los resultados y te das cuenta de que todo el esfuerzo que haces es para ti… woooww todo lo sacrificado vale la pena.

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